Quería hacer una pausa para
aportar mis conocimientos e ideas y hablaros de una parte fundamental e
imprescindible en mi vida que es el Atletismo, siempre con “A” mayúscula.
Muchos lo veis sentados en la
grada o, en cierto modo, “desde lejos”.
Otros lo vivís como yo y con
mucha fortuna algunos conseguís vuestro sueño. Yo en esa parte no he conseguido
mi sueño. Soy realista, sé que es complicado y muy sacrificado. Aunque no por
falta de ganas porque a pesar de los años aquí seguimos entrenando para obtener
mejores resultados.
Aunque yo aspiro más a
trasmitir este fabuloso deporte a los demás y a seguir disfrutando de él como
hasta ahora. Tengo para contar desde dos puntos de vista, que la verdad son muy
diferentes, Atletismo como monitor y Atletismo como atleta.
Como Atleta:
Descubrí este deporte como
muchos de los niños que tenemos ahora, por escuelas deportivas. Empecé al
Atletismo en el Patronato San José (escuela del Fumeru) con 8 años, en el cole.
No fue hasta cadete cuando me empezó a entrenar Nacho Lacarra y empecé a formar
parte de la FAMILIA
que es Gijón Atletismo, me siento como en casa. Desde entonces Nacho y yo hemos
estados unidos hasta ahora. Es un entrenador ejemplar al que le debo todo: me
formó como atleta, como monitor y, sobre todo, como persona.
Actualmente, los niños que
entrenan en las Mestas tienen un privilegio que yo no tuve que es empezar ya
tan jovencitos a entrenar a un buen nivel; tanto de los excelentes monitores
como del entorno que les rodea (la pista de Atletismo y sus utilidades).
Como monitor:
Dando un recorrido atrás he
visto una gran mejoría personal en esta faceta, imagino que suele ser normal
porque a medida que creces te formas y pules las imperfecciones.
No sólo tienes el papel de dar
Atletismo e intentar que les guste este deporte. Hay que diferenciar Atletismo
en el colegio de un entrenamiento normal, no debemos olvidar que son niños. El
juego tiene que estar en la mayor parte de las sesiones, transmitimos un
Atletismo lúdico donde existen normas, fomentamos el respeto, el compañerismo e
intentamos crear un buen clima.
Esto es así, somos la tercera
familia de los niños (después de padres y profesores). Deben educarles las
familias o en clase pero no siempre es así y en nuestras sesiones, a veces sin
darnos cuenta, estamos ejerciendo de educadores. Un trabajo doble pero que si
amas este deporte sabes que siempre es recompensado de una forma gratificante,
así es trabajar con niños y con personas. No debemos olvidar que tienen
sentimientos y que nosotros somos su modelo a seguir.
Pelayo Vazquez Trabanco
Conociéndote como persona y los valores que tienes, estamos encantados de que nuestros hijos entrenen con vosotros.
ResponderEliminarDesde el principio hemos confiado en vuestro buen hacer. Muchas gracias por esa labor impagable que haces con tanta ilusión.
Familia Pérez Toribio